Actividad agroturística en el Valle del Guadalhorce

El Valle del Guadalhorce es uno de los lugares más comprometidos de la Costa del Sol con el desarrollo sostenible. Esta tierra, conocida como “la olla de Málaga”, por la gran diversidad de productos que en ella se cultivan durante todo el año, es un destino ideal para aquellos viajeros curiosos, apasionados por la naturaleza y la gastronomía, que podrán descubrir en ella los secretos mejor guardados de las actividades agrícolas que aquí se llevan a cabo. Un entorno de un altísimo valor ecológico y paisajístico te espera. ¡Ven al Valle del Guadalhorce de turismo!

 

Valle del Guadalhorce: un entorno natural privilegiado

Ocho son los municipios que conforman el Valle del Guadalhorce: Alhaurín el Grande, Alhaurín de la Torre, Almogía, Álora, Cártama, Coín, Pizarra y Valle de Abdalajís. El paraje Natural de la Desembocadura del Guadalhorce no es solo la parada de algunas aves migratorias y vegetación; es un punto clave, un oasis verde a muy pocos kilómetros de la ciudad de Málaga, que permite terminar el ciclo reproductivo de muchas especies. Al adentrarnos en el Valle del Guadalhorce, la fisionomía del terreno cambia. Dejamos de lado los extensos campos llenos de olivar, propios del interior de la provincia de Málaga, para comenzar a ver huertas. Sobre todo, huertas de cítricos. De hecho, el 57% de la producción total de limones en Andalucía procede de la provincia de Málaga. Además de los limones, en esta zona también es muy característico el cultivo de la naranja, hasta tal punto, que el municipio de Coín (también conocido con el sobrenombre de “el Valle del Azahar”) celebra cada mes de mayo la fiesta de la Naranja, declarada de Singularidad turística. 

Visitar las huertas de cítricos, realizar degustaciones de las diferentes variedades de limones, naranjas o mandarinas, o descubrir los secretos de la agricultura de la zona, son algunas de las actividades que podemos realizar en esta zona, además de disfrutar de este maravilloso entorno natural y su deliciosa gastronomía en sus restaurantes tradicionales.

 

Este paraje puede ser visitado a través de los senderos señalizados Río Viejo y Laguna Grande, por donde se puede acceder y descubrir la belleza de este parque natural, formado por un gran número de lagunas rodeadas por los dos brazos del río. Este enclave es un punto vital para las aves migratorias, sobre todo para su descanso. Los amantes de la ornitología podrán avistar aquí especies como las águilas pescadora y calzada, el martín pescador, el flamenco rosa, la espátula, la cigüeña negra, la gaviota de Audouin o la pagaza piquirroja, entre otras. La vegetación del Valle del Guadalhorce es variada. Muy cerca de las arenas de la playa, se pueden encontrar la oruga marítima o la barrilla pinchosa. En otras zonas se pueden ver almajos y castañuelas y algunas formaciones de bosque de ribera.

 

La huerta del Guadalhorce, paisaje cultural y patrimonial único

La huerta del Guadalhorce es un sistema en armonía en el que el ser humano interacciona con él y lo mantiene vivo. Es un agro-ecosistema, un referente de identidad colectiva capaz de albergar una amplia variedad de actividades y usos de interés social como son la gastronomía, el agroturismo, el paisajismo, y actividades como la ornitología, el senderismo, el piragüismo, la bicicleta o la escalada, entre otras.

El entorno de la huerta guadalhorceña posee un alto valor ecológico y paisajístico derivado de la elevada diversidad biológica que habita en ella y de la continuidad de las prácticas agrícolas tradicionales, convirtiéndose en un espacio único para el desarrollo de diferentes especies de fauna y flora que habitan en este lugar. Por otro lado, constituye un auténtico vergel de multitud de variedades locales de especies hortofrutícolas y frutales que suponen un importante recurso no solo paisajístico, sino también genético. Un ejemplo importante es el tomate huevo de toro, que se caracteriza por su sabor dulce y su forma acorazonada y puede llegar a pesar entre 300 y 600 gramos por unidad. Es un tomate delicado para su cultivo, ya que requiere atender múltiples factores para que crezca de forma correcta. En España, este tomate se cultiva exclusivamente en tierras especialmente fértiles, como las del Valle del Guadalhorce, donde las condiciones climáticas, la superficie del terreno y el tipo de suelo permiten el óptimo desarrollo de este exquisito tomate. 

actividades agroturisticas

 

Además, las huertas tradicionales del Guadalhorce utilizan modelos sostenibles de producción, constituyendo importantes herramientas para conservar la biodiversidad de los ecosistemas del territorio. La explotación tradicional aporta menores emisiones a la atmósfera, elimina la contaminación por productos fitosanitarios de los suelos, favorece la conservación de la biodiversidad y, por tanto, garantiza alimentos 100% saludables. Así, las huertas del Guadalhorce constituyen verdaderos sumideros naturales que contribuyen a paliar los efectos del cambio climático.

Disfrutar de unos días de desconexión en plena naturaleza, descansar en un confortable alojamiento rural, aprender sobre el modelo de agricultura sostenible de esta zona o degustar los platos típicos que se elaboran con los tesoros que brinda la huerta malagueña... son algunos de los privilegios que te esperan en el Valle del Guadalhorce. ¿Buscas una escapada de relax para un puente o un fin de semana? ¡Has encontrado tu destino!

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