El sector turístico se encuentra inmerso en un proceso de plena transformación y la tecnología es la principal responsable de ello. Esta metamorfosis está pulverizando los principales dogmas que, hasta el momento, todos considerábamos irrefutables dentro de esta industria. La inteligencia artificial aplicada al turismo ya es una realidad y ha traído consigo una serie de innovaciones que ayudan a las empresas a ofrecer importantes mejoras a sus clientes. Te contamos cuáles son algunas de ellas.
Inteligencia artificial y turismo: la mejora de la experiencia del cliente
A grandes rasgos, podemos afirmar que la principal ventaja de la inteligencia artificial en turismo es la posibilidad de mejorar (y mucho) la experiencia de los clientes. Esto es posible, por ejemplo, gracias al impulso de la automatización, que permite a las empresas atender las demandas inmediatas y personalizadas de los usuarios en tiempo real, las 24 horas del día y desde cualquier lugar. En turismo, esto es sinónimo de mimar al viajero al máximo.
Los chatbots
A través de nuevos canales de servicio, como pueden ser los chatbots o las videollamadas, podemos ofrecer un mejor trato a los clientes. Un buen ejemplo de aplicación de la inteligencia artificial en turismo es el sistema de atención al cliente de Eternity, que funciona mediante un chatbot conversacional basado en la inteligencia artificial con redes neuronales. Esta tecnología permite interactuar a través de menús sencillos cuya configuración se realiza por árboles de decisión. Además, la traducción mediante texto es posible a través de un módulo de procesado natural del lenguaje. Por si todo ello fuera poco, este sistema se va entrenando y automejorando, para ofrecer respuestas más certeras y prácticamente indistinguibles de las que ofrecería un humano.
Fijación de precios
Fijar precios de forma dinámica permite que las empresas turísticas los optimicen, ya que se pueden adaptar en tiempo real a las necesidades del mercado. De hecho, los hoteles y las aerolíneas adaptan todo el tiempo el precio de las habitaciones o los vuelos en función de la disponibilidad y los cambios en la demanda.
Traductores automáticos
Para poder interactuar con diferentes flujos de viajeros, es necesario que los traductores dominen no solo los idiomas mayoritarios. Los traductores automáticos permiten administrar los mensajes orales y los textos, agilizando la interacción con redes sociales y motores de búsqueda al dar un salto cualitativo de la palabra escrita a la voz.
Robótica
Es la forma física de la inteligencia artificial. En la actualidad, ya existen robots de conserjería en algunos hoteles para gestionar la recepción, robots que ejercen de camareros en restaurantes, o azafatas en eventos y museos que no solo aportan información, sino que también se encargan, por ejemplo, de dar la bienvenida a los visitantes.
Guía turístico
Los guías turísticos multimedia son una evolución del GPS con información actualizada y georreferenciada en tiempo real. Algunas aplicaciones basadas en la inteligencia artificial en el turismo pueden gestionar de forma eficaz problemas de overbooking, reconduciendo el flujo de turistas a otras zonas menos congestionadas.
Asistentes virtuales
Son una especie de “mayordomo de voz” que se instalan en las habitaciones de los hoteles. Su aliciente es que no son intrusivos, por lo que no molestan a los huéspedes.
Las ventajas de la Inteligencia artificial digital aplicada al sector turístico son innegables. Permite optimizar los recursos, detectar tendencias, pero, sobre todo, la tecnología, y más concretamente, la inteligencia artificial, permite a las empresas tratar al turista como un cliente único o “vip”. Gracias a la gestión de los datos, las empresas turísticas pueden saber exactamente qué necesitan sus clientes. Y, además de estar relacionado directamente con la mejora de la satisfacción de los turistas, sin duda, uno de los mayores beneficios de aplicar la inteligencia artificial en el sector turístico es el incremento de la facturación que puede suponer para las empresas.