Comer en la Sierra de las Nieves, disfrutando de su privilegiado entorno natural, es una sensación incomparable. Junto a bosques de pinsapos, quejigos y alcornoques, se alzan entre las montañas pueblos blancos donde antiguas costumbres inspiran su gastronomía.
Los cultivos ofrecen una gran variedad de frutas, hortalizas y legumbres a la gastronomía de la Sierra de las Nieves, con una gran variedad de productos silvestres de los montes para aderezar sus platos. En el recetario típico tampoco faltan las carnes de ganado y de caza ni el aceite de oliva. Sin duda, el mejor acompañamiento de las comidas en la Sierra de las Nieves son las aceitunas aliñadas, los embutidos y las chacinas. Son alimentos que se preparan artesanalmente, al igual que los vinos y mostos, típicos en localidades como Yunquera o Tolox. ¿Quieres descubrir los sabores más icónicos de la gastronomía de la Sierra de las Nieves? ¡Toma nota! A continuación, repasamos uno a uno todos los pueblos donde comer en la Sierra de las Nieves.
La Sierra de las Nieves a bocados
Ronda
La caza ha sido la base de la dieta de Ronda desde el pasado árabe de la ciudad. Esta tradición y la mezcla de culturas hace que los sabores, ingredientes y técnicas de muchos pueblos estén presentes en los platos de la localidad. El conejo es el plato de caza por excelencia y en Ronda saben cocinarlo muy bien. Ya sea al ajillo, frito o con setas. Tampoco puede faltar el magnífico rabo de toro, o aves como el pollo o la perdiz. Los productos de la tierra también están muy presentes en la gastronomía de Ronda, gracias a su clima privilegiado, ideal para la plantación de hortalizas y legumbres. Platos tan simples como las habas con jamón, las alubias con morcilla, la calabaza o el famoso gazpacho, son llevados a otro nivel en Ronda.
Alozaina
El producto estrella de la gastronomía de Alozaina es la aceituna de mesa. Además, otros platos típicos que podrás degustar en este municipio son el potaje con bacalao, la porra con huevo, el pan de higo, y las sopas elaboradas con pan y verdura, como los caldos poncima. De postre, no puedes pasar por alto en esta localidad una degustación de rosquillas de arrope y miel.
Benahavís
Conocido como “el comedor de la Costa del Sol”, por su gran variedad –y calidad- de bares y restaurantes, en Benahavís encontrarás una amplia diversidad gastronómica. Desde restaurantes de cocina internacional, pasando por nuevos gastrobares donde las tapas creativas y de diseño configuran su oferta, hasta establecimientos clásicos, donde la cocina de montaña está presente en cada uno de sus platos. En este municipio merece la pena probar platos como el 'solomillo de cerdo aliñado', el conejo guisado, el cordero, el venado o el cochinillo: delicias que forman parte del recetario popular de Benahavís.
Casarabonela
En los alrededores de Casarabonela crecen plantas aromáticas con las que se sazonan las carnes de inconfundible sabor a monte. En esta localidad bien merece la pena degustar platos tan sabrosos como el conejo al ajillo o el chivo a la pastoril. En Casarabonela, además, tendrás ocasión de almorzar en una hospedería del siglo XVIII.
Fuente: Diputación de Málaga
El Burgo
En El Burgo, al igual que en otros municipios de la Sierra de las Nieves, son muy habituales las sopas elaboradas con pan y verdura. Y si hay un plato que destaca en el recetario popular de esta localidad, es la sopa de los siete ramales de El Burgo. Un delicioso guiso que te dará energía para explorar la sierra, habitada por cabras montesas y águilas reales.
Guaro
Una de las puertas de entrada al Parque Natural de la Sierra de las Nieves es Guaro, un pueblo que conserva su carácter andalusí. La caldereta de chivo, el conejo a la almendra o el galipuche (la sopa autóctona de Guaro) son algunas de las exquisiteces que ofrecen sus fogones. ¡No te puedes perder una parada gastronómica en esta localidad!
Fuente: Recetas Gratis
Igualeja
La gastronomía típica de Igualeja está compuesta por los platos de los montes, como las gachas o las migas, así como otros más tradicionales de la costa malagueña, como el salmorejo o el gazpacho. El “malcocinado” y la caldereta de chivo son dos de las joyas del recetario autóctono de Igualeja. En repostería destacan los mantecados en época navideña, los borrachuelos y roscos.
Istán
En los bares y restaurantes del municipio de Istán encontramos también sabrosos guisos, como la sopa de maíz, la berza, las migas, las sopas cocidas y otros platos como el conejo frito o el salmorejo. El toque dulce lo ponen sus famosos roscos de vino de alfajor.
Monda
La receta más icónica de Monda es, sin lugar a dudas, la sopa mondeña. Pero Monda presume además de exquisitos aceites y aceitunas, que sirven para elaborar platos típicos tan sabrosos como los que se realizan a base de carnes de chivo, otro de sus productos estrella. Destacan también el salmorejo de bacalao y el potaje de vigilia.
Ojén
Si por algo es famoso el municipio de Ojén es por su aguardiente. Pero además, la localidad posee dos museos dedicados al vino y al aceite, por lo que es una de las paradas gastronómicas imprescindibles de la Sierra de las Nieves. La cocina típica de Ojén se centra en productos como legumbres, verduras, carne de caza, quesos de cabra, leche y frutas. Destacan platos como la "sopa jervía" y la "sopa de caldo", en la que se emplean trozos de pan duro, ajos, cebollas, pimientos, tomates y todo tipo de productos de la tierra. Entre los platos más típicos de legumbres se encuentran los chicharos con arroz o fideos, el pipeao de habas, el bolo de hinojos, el arroz con bacalao o el exquisito gazpacho con uvas y almendras.
Parauta
En Parauta, igual que en el resto de la comarca, la cocina viene determinada, en primer lugar, por los productos del terreno: carnes (de granja o caza), verduras, aceite, harina y vino; en segundo lugar, las estaciones del año condicionan las costumbres en el comer, no solo por el clima, sino porque añaden platos propios de temporada, como las setas en otoño o las hierbas silvestres (tagarninas, hinojos, espárragos trigueros y collejas), en primavera. En la gastronomía de Parauta cabe destacar platos como el gazpacho, la olla, la sopa hervida y la sopa de tomate. Esta última suele acompañarse con almejas, mejillones y trozos de jamón o uvas moscatel.
Serrato
En Serrato, los productos del campo, como los espárragos o las tagarninas, componen los ingredientes de algunos de sus platos más típicos, como la tortilla de espárragos en sus tres variedades (amarguero, moruno y triguero) y la olla de tagarninas. Otra especialidad tradicional es la sopa hervida (o hervía, como se conoce en el pueblo). En el terreno de la repostería destacan los roscos de vino, roscos de naranja y las tortas de azúcar recubiertas de almendras tostadas.
Tolox
Si en tu ruta por la Sierra de las Nieves has decidido parar a reponer fuerzas en Tolox, estás de enhorabuena, ya que allí podrás degustar excelentes guisos típicos. Nada mejor que una ración de chivo en caldereta. Destacan también platos como el bolo (sopa típica), la cazuela samandoña, el gazpacho, maimones, sopeao, calabaza frita o los embutidos, así como su repostería, en la que destacan las tortas de aceite o el pan de higo “pintao”.
Yunquera
En Yunquera, igual que en el resto de la comarca, la cocina viene determinada por los productos del terreno: carnes (de granja o caza), verduras, aceite y harina. Por sus condiciones de situación y climatología son muchísimos los productos que destacan en esta zona, entre los que destacan la castaña y el vino, además de otros muchos como el pan, la chacina y el queso. En cuanto a los dulces destacan las empanadillas rellenas de cabello de ángel, mantecados y roscos de vino.
¡Qué importante es parar a reponer fuerzas tras una intensa jornada de senderismo! La Sierra de las Nieves ofrece al visitante múltiples alternativas para disfrutar de sus encantos. Podrás bañarte en el río Verde a su paso por Istán o alojarte en el antiguo pabellón de caza de los Marqueses de Larios. Y si quieres sumergirte en la historia, pásate por el castillo árabe de Monda, convertido en hotel, para probar la famosa sopa mondeña. Antes de abandonar estos pueblos, no olvides hacerte con unos dulces elaborados con almendras, castañas, nueces y miel de la comarca. Tu paladar lo agradecerá, y mucho más si los acompañas con una copa de aguardiente de Ojén.