El otoño transforma la Costa del Sol en un espectáculo de colores y aromas. Los pueblos de interior se visten con tonos dorados, las sierras invitan a pasear bajo sus bosques y la gastronomía reconforta con sabores de temporada.
Es el momento ideal para descubrir rincones auténticos de la provincia de Málaga, donde la vida transcurre con calma y tradición.
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Pueblos de Málaga interior: un viaje al corazón de la provincia
Visitar los pueblos de Málaga interior en otoño es sentir la provincia desde dentro. Cada comarca guarda un carácter único, con paisajes, monumentos y costumbres que en esta estación se muestran en su máximo esplendor.
La Axarquía: esencia morisca y Ruta de la Pasa
En la Axarquía, los pueblos blancos brillan bajo cielos claros y viñedos dorados. Frigiliana enamora con sus calles encaladas y Alfarnate invita a saborear migas junto a la chimenea. La Ruta de la Pasa, con pueblos como El Borge, Almáchar o Moclinejo, muestra un paisaje único en otoño: paseros repletos de racimos al sol y aromas que evocan tradición.

Antequera y su entorno: historia entre colores ocres
En la comarca de Antequera, el otoño realza el valor patrimonial y natural de la zona. Mollina, con sus extensos viñedos, muestra paisajes otoñales ligados al vino, mientras que en Fuente de Piedra, la gran laguna se rodea de horizontes amplios que transmiten calma, incluso fuera de la temporada de flamencos.
Casabermeja sorprende con su cementerio histórico, uno de los más singulares de España, y con vistas a la vega malagueña teñida de tonos ocres. Por su parte, en Villanueva de la Concepción, el otoño invita a recorrer los senderos que ascienden hacia el Torcal, ideales para los amantes de la naturaleza y la fotografía.
Serranía de Ronda y Valle del Genal: el Bosque de Cobre
El otoño en la Serranía de Ronda es un espectáculo de contrastes. Pueblos como Montejaque, Benaoján o Jimera de Líbar muestran su encanto entre montañas y tradiciones. También hay que mencionar la ciudad Ronda, que despliega todo su magnetismo con calles históricas y miradores que se asoman al infinito.
Por su parte, en el Valle del Genal, pueblos como Pujerra, Genalguacil, Jubrique o Parauta se rodean del célebre Bosque de Cobre, donde los castañares pintan el paisaje de dorados y rojos. Una experiencia única que convierte a esta comarca en la postal más otoñal de la provincia.

Nororma: historia y naturaleza en el norte de Málaga
La comarca de Nororma sorprende en otoño con pueblos cargados de historia y paisajes montañosos.
Archidona brilla con su Plaza Ochavada, una joya barroca que enmarca la vida local, y el Santuario de la Virgen de Gracia, en lo alto de la Sierra, regala vistas espectaculares entre bosques otoñales.
En el término municipal de Cuevas de San Marcos, el embalse de Iznájar, al límite de la provincia de Córdoba, ofrece panorámicas únicas al atardecer, mientras que en Villanueva del Trabuco y Villanueva del Rosario las rutas de senderismo son perfectas para disfrutar del aire fresco del otoño.
Guadalteba: agua, castillos y horizontes infinitos
La comarca de Guadalteba combina patrimonio medieval y paisajes acuáticos que en otoño alcanzan su máximo encanto.
En Ardales, el castillo árabe y las calles encaladas conducen al visitante hasta el entorno del Caminito del Rey, donde las sierras muestran tonalidades cálidas. Campillos sorprende con sus lagunas esteparias, hogar de aves migratorias en esta estación. Y en Teba, el imponente Castillo de la Estrella domina el paisaje, un lugar cargado de leyendas que cobra un aire especial entre los cielos otoñales.

Sierra de las Nieves: un gran destino para disfrutar del otoño
El Parque Nacional Sierra de las Nieves se convierte en otoño en un paraíso de colores y senderos.
En Yunquera, rodeada del mayor bosque de pinsapos de Europa, los paseos bajo estas coníferas milenarias son una experiencia única. Tolox, famoso por su balneario de aguas medicinales, invita a combinar salud y naturaleza en un entorno que en esta estación se llena de calma. Y en El Burgo, el río Turón atraviesa un paisaje que, con los tonos dorados del otoño, parece sacado de una postal.
Valle del Guadalhorce: tradición, monumentos y huertas fértiles
El Valle del Guadalhorce es el gran vergel de la provincia, y en otoño sus campos de naranjos y limoneros perfuman el aire.
En Álora, el castillo árabe domina un casco histórico lleno de rincones con encanto, y la cercanía al Caminito del Rey convierte al municipio en un destino imprescindible. Coín, con sus hornos de pan tradicionales, es perfecto para disfrutar de la gastronomía local tras un paseo por sus plazas y calles animadas. En Cártama, la subida a la ermita de Nuestra Señora de los Remedios regala panorámicas únicas sobre el valle, especialmente bellas en los atardeceres.

Otoño en la provincia de Málaga: la estación más auténtica
Los pueblos de Málaga interior en otoño se llenan de calma y colores intensos. Las sierras se cubren de tonos dorados y los cielos adquieren una luz especial.
Cada comarca ofrece paisajes únicos que invitan a recorrerlos con calma.
El otoño es, sin duda, la estación más auténtica para descubrir su interior.

  
    
