El otoño en la Costa del Sol es una invitación a disfrutar sin prisas. Con el aire fresco, los paisajes teñidos de tonos dorados y los pueblos que huelen a vino nuevo, noviembre se convierte en uno de los meses más especiales del año para vivir la provincia.
Durante estas semanas, los municipios malagueños celebran algunas de sus Fiestas Singulares, declaradas de Singularidad Turística Provincial, que combinan gastronomía, cultura y tradición. Estas fiestas de la provincia de Málaga son el reflejo de una tierra que conserva con orgullo su identidad y la comparte con quienes la visitan.
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Fiestas Singulares gastronómicas en noviembre por los pueblos de la Costa del Sol
El mes de noviembre es, sin duda, una época perfecta para recorrer los pueblos del interior, donde cada rincón ofrece una experiencia distinta. Desde la Serranía de Ronda hasta la Axarquía, las festividades en el mes de noviembre son una celebración del buen vivir, del sabor y del encuentro.
Una cita fundamental tiene lugar en Campillos, donde la Feria del Jamón convierte el parque José María Hinojosa en un mercado gastronómico al aire libre. Expositores llegados de toda Andalucía ofrecen productos artesanales como quesos, dulces y chacinas, con el jamón como auténtico protagonista. Es una de las ferias en la provincia de Málaga más esperadas del año, perfecta para saborear el otoño a cada bocado.
En la Axarquía, Colmenar celebra la Fiesta del Mosto y la Chacina, una jornada marcada por el aroma del vino nuevo y los productos de la matanza. Quesos, chacinas, dulces y aceite de oliva se combinan con actuaciones y concursos en una cita que resume la esencia del otoño malagueño.
También en la comarca de la Axarquía, Totalán rinde tributo a su plato más tradicional en el Día de la Chanfaina, una receta elaborada con patatas, aceite, vinagre y especias, que se reparte entre los asistentes en una jornada donde no faltan verdiales, exposiciones y actividades para toda la familia.
En la Sierra de las Nieves, Ojén celebra la Fiesta del Tostón, una tradición muy querida que tiene su origen en los días de recolección de la castaña. Familias y grupos de amigos se reúnen para disfrutar de castañas asadas y aguardiente en un ambiente festivo que combina campo, fuego y amistad.
Por su parte, Yunquera combina sabor y tradición con la Fiesta de la Castaña y el Vino, donde las calles del pueblo se llenan de tenderetes, música y degustaciones. Castañas asadas, vino local y el plato típico, el malcocinao, protagonizan esta jornada que celebra los productos de la tierra y el espíritu de la montaña.
Noviembre en la Serranía de Ronda
En Parauta, la Fiesta del Conejo es toda una experiencia culinaria y social. Las calles se llenan de música, color y aroma a arroz con conejo, que los vecinos preparan en grandes paelleras para compartir con todos los asistentes. Una jornada que rinde homenaje a la cocina serrana y a la hospitalidad de este pequeño pueblo rodeado de naturaleza.
A los pies de Grazalema, y lindando con la provincia de Cádiz, Cortes de la Frontera acoge las Jornadas Micológicas, una de las ferias de las que tiene lugar en noviembre más esperadas por los amantes de la naturaleza. Rutas guiadas, talleres de identificación y degustaciones en torno al mundo de las setas hacen de este evento una experiencia única para conectar con el entorno.
La gastronomía también es protagonista en la cercana Benaoján, donde la Feria de la Chacina se convierte en un homenaje a los embutidos artesanales y a la tradición cárnica del pueblo. Degustaciones, música y buen ambiente llenan sus calles, ofreciendo una experiencia auténtica en pleno corazón de la Serranía.
A pocos kilómetros, Atajate celebra su tradicional Fiesta del Mosto, una cita que recupera la antigua tradición vinícola del municipio. Aquí, cada familia ofrece su propio vino nuevo, recién fermentado, acompañado de migas y embutidos. Música, brindis y ambiente festivo se entrelazan en una jornada que simboliza el espíritu acogedor de las fiestas en los pueblos.
Tradición, sabor y hospitalidad en la Costa del Sol
El mes de noviembre en Málaga es sinónimo de autenticidad, de encuentros en la plaza y de aromas que evocan lo mejor de la cocina y la cultura andaluza. Las fiestas de noviembre que llenan de vida cada rincón son una oportunidad para descubrir la provincia desde dentro, recorriendo sus pueblos y compartiendo su alegría.
Porque en otoño, la Costa del Sol se saborea, se canta y se celebra. Cada fiesta es una historia viva, y cada pueblo, un lugar donde el tiempo se detiene para disfrutar.
