La Peña de los Enamorados de Antequera: leyenda de un amor imposible

Hay un lugar en la provincia de Málaga donde la historia se confunde con leyenda y el amor inspira un apasionado relato. Es la Peña de los Enamorados de Antequera, un enclave que se alza imponente entre los paisajes de la vega. Enclavado a medio camino de la ciudad de los dólmenes y Archidona, este enigmático monte con “forma humana” está envuelto por un singular halo de romanticismo. Si estás planeando pasar unos días en la Costa del Sol, no te pierdas una visita a la Peña de los Enamorados de Antequera.

 

Érase una vez… La leyenda de la Peña de los Enamorados

Según cuenta la tradición popular, un joven cristiano fue apresado en los dominios de Granada durante la época medieval y enviado a servir en la casa de una rica familia mora. Allí se quedó prendado de la hija, quien le correspondió con su amor.

Obligados a mantener su idilio en secreto, los amantes solo podían verse a escondidas, hasta que, un buen día, cansados de ocultar sus sentimientos, emprendieron la huída. Pero el padre de ella no iba a permitir tal afrenta y, acompañado por su séquito, persiguió a la pareja hasta acorralarla en el lugar que hoy se conoce como la Peña de los Enamorados. 

Aquel monte, más que un refugio, terminaría convirtiéndose en el escenario de su última prueba de amor. Al verse sorprendidos y para evitar entregarse, los jóvenes prefirieron poner fin a sus vidas. En un desesperado intento por permanecer juntos eternamente, se arrojaron abrazados al vacío desde la cima del peñón.

la peña de los enamorados antequera

 

De soldados, princesas y mazmorras

Algunas crónicas apuntan a que los desventurados amantes, protagonistas de la leyenda de la Peña de los Enamorados, fueron en realidad una princesa árabe y un caballero cristiano. Tello, soldado del rey Fernando, fue capturado cerca de Antequera y recluido en los calabozos de la alcazaba de la ciudad. Sería durante su cautiverio cuando se embelesó de Tazgona, hija de un rey musulmán.

De nada sirvieron los esfuerzos de los jóvenes por escapar para consumar su amor. Las tropas fieles al padre de la muchacha les dieron alcance en la Peña de los Enamorados y la pareja prefirió lanzarse al abismo a tener que separarse. El trágico desenlace conmovió tanto al rey árabe como al cristiano, que decidieron cesar la batalla entre ambos bandos.

 

Desde dónde contemplar la Peña de los Enamorados

La Peña de los Enamorados no solo es famosa por la leyenda a la que debe su nombre. También lo es por su curioso perfil, que se asemeja al rostro de un hombre yacente. Hay quienes opinan incluso que la figura parece la cabeza de un indio que mira al cielo.

Aunque este capricho de la naturaleza domina buena parte del paisaje de Antequera, un punto ideal para contemplarlo es la alcazaba árabe de la ciudad. Caminar por el Paseo de las Barbacanas, fotografiarse junto al Arco de los Gigantes y subir hasta el Mirador de las Almenillas son algunas de las opciones para que la visita sea perfecta.

 

Sitio de los Dólmenes de Antequera, Patrimonio de la Humanidad

La Peña de los Enamorados forma parte además del Sitio de los Dólmenes de Antequera, declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. Si te apasiona la historia y planeas visitar esta zona de la provincia de Málaga, no te pierdas una visita al Conjunto Arqueológico Dólmenes de Antequera, un viaje que supone retroceder unos 6.000 años en el tiempo. Se trata del primer conjunto megalítico de la Europa continental. Los Dólmenes de Menga y Viera, junto al tholos de El Romeral, fueron construidos durante el periodo Neolítico y la Edad de Bronce. Desde entonces, sus enormes bloques de piedra han sido testigos del devenir de la historia, asomados a la Peña de los Enamorados y al famoso Torcal de Antequera.

leyenda peña de los enamorados

 

Con todo ello, la ciudad de Antequera y sus alrededores conforman una visita apasionante en el interior de la provincia de Málaga. Y es que pocos destinos pueden presumir de albergar un patrimonio histórico-cultural como el de Antequera. Esta ciudad aglutina más de medio centenar de monumentos. Pasear por Antequera es sumergirse en su pasado. Una gloriosa historia que le dejó en herencia palacetes, iglesias y conventos de los más variados estilos, junto a una fortaleza musulmana.

Para completar esta visita, no puede faltar una buena degustación de la gastronomía típica antequerana. Sin lugar a dudas, el emblema de la cocina local es la porra, y el postre más característico, el bienmesabe, que se elabora en los conventos de clausura de Belén y Las Descalzas y se puede adquirir en las pastelerías tradicionales de la ciudad. Además, todo desayuno que se precie en esta localidad ha de incluir el famoso mollete de Antequera, reconocido con Indicación Geográfica Protegida.

Arte, historia, naturaleza, gastronomía, cultura... Antequera reúne un sinfín de encantos que atraen cada año a miles de viajeros de todas partes del mundo. Sin duda, este municipio, y los atractivos naturales que lo rodean, como los Dólmenes de Antequera, la Peña de Los Enamorados y el Torcal, bien merecen un alto en el camino. ¿A qué esperas para dejarte sorprender por esta localidad malagueña?

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