El internet de las cosas o IOT (Internet of Things) consiste en interconectar dispositivos que usamos en nuestra vida diaria en red, para que sean cada vez más inteligentes, facilitando así nuestro día a día. Luces, termostatos, persianas, cerraduras o electrodomésticos: son solo algunos de los objetos a los que podemos aplicar el internet de las cosas, además del teléfono móvil que, por supuesto, juega un papel clave en la interconexión y control de todos estos aparatos. Los beneficios del internet de las cosas en el sector turístico, y en especial, en el hotelero, son de lo más variados, y a continuación te contamos algunos de ellos.
Ahorro de costes y optimización del servicio al cliente
Una de las mayores utilidades del internet de las cosas en la industria turística es la simplificación de costes. Porque la recopilación de datos mediante los aparatos conectados al IOT puede ayudarnos a analizar si la distribución de los empleados es la correcta, reduciendo la posibilidad de sobrecargar de trabajo a algunos de ellos y, consecuentemente, mejorando su calidad laboral. Esto, además, es especialmente útil a la hora de distribuir el presupuesto de personal de las empresas y, además, nos permite optimizar el servicio que ofrecemos a los clientes.
Mejora de la experiencia del cliente
En el caso concreto de las empresas hoteleras, las aplicaciones conectadas mediante el internet de las cosas permiten a los viajeros utilizar su aplicación móvil para gestionar muchas cosas que tradicionalmente tendrían que hacer en la habitación o en la recepción del hotel. Como, por ejemplo, reservar un tratamiento en el spa, pedir su desayuno en la habitación, reservar mesa en el restaurante o establecer la hora del check-in. Un ejemplo de ello es la APP de fidelización de la cadena hotelera Hilton (Hilton Honors).
Fuente: Hilton Honors
Eficiencia energética
El internet de las cosas puede ayudar a las empresas turísticas a mejorar su eficiencia energética y a combatir el cambio climático, al monitorizar y optimizar la temperatura del aire acondicionado o la calefacción. También permite regular la intensidad de la luz y, en general, el consumo de energía.
Personalizar la experiencia del cliente
El internet de las cosas es también útil a la hora de crear experiencias personalizadas para los clientes. Por un lado, permite a los viajeros controlar más aplicaciones o servicios a través de una tablet o una app móvil. Por otro lado, facilita a las empresas turísticas el almacenamiento de los datos obtenidos en estos dispositivos conectados con IoT. Esto nos permite la posibilidad de crear campañas de marketing personalizadas para determinados perfiles de clientes, o recordar sus preferencias para cuando vuelvan a conectar con ellas, tal y como hacen las grandes cadenas hoteleras, como, por ejemplo, Palladium Hotel Group.
El internet de las cosas en la restauración
En el caso concreto de las empresas de restauración, el IoT proporciona también numerosas ventajas, tales como:
Evitar largas esperas para ser atendidos
Para ello existen aparatos como los llamadores vía bluetooth, que emplean restaurantes como VIPS, permitiendo al cliente enviar un mensaje al camarero cuando necesite ser atendido. Esto, además de reducir la espera del cliente, optimiza el trabajo de los camareros, evitando paseos innecesarios.
La carta en el móvil
Tras la pandemia de la covid-19, llegaron las cartas de restaurantes con códigos QR, y parece que lo han hecho para quedarse, ya que suponen un gran adelanto en la mejora de las medidas de higiene en restauración, además de una considerable reducción de los costes que implicaba la impresión de las cartas.
Electrodomésticos inteligentes
Los electrodomésticos de cocina interconectados pueden ser controlados en remoto desde un dispositivo móvil, permitiendo una mayor rapidez, eficiencia y reducción de costes en la cocina. Son muchísimos los beneficios que conlleva aplicar el internet de las cosas en el sector turístico. Además, en este sentido, el sector – y la tecnología- continúan evolucionando día a día, por lo que, no dejarán de aparecer nuevas ventajas en los próximos años. Lo que está claro es que las nuevas tecnologías han llegado a la industria turística para quedarse. De las empresas depende aprovecharlas para mejorar su competitividad y el servicio que ofrecen a sus clientes.
