Más allá de sus beneficios a nivel experiencial, los viajes de incentivo también ofrecen un valor añadido en cuanto a la calidad de las relaciones humanas que motivan y su pervivencia en el tiempo, un aspecto fundamental a la hora de crear un entorno de trabajo eficiente, positivo y relajado. Y si, además, el destino elegido es la provincia de Málaga, el evento supondrá una experiencia única que sus protagonistas difícilmente podrán olvidar. La cocina es una herramienta magnífica para conocer un destino. Proporciona información acerca de su sociedad, de su cultura, de su historia, y a todos nos encanta disfrutar de una buena comida o tapeo en buena compañía. Te contamos algunas ideas para preparar tu un viaje de incentivo con la gastronomía como protagonista en la Costa del Sol.
Entre cítricos y frutales
Pasear entre cultivos de cítricos y frutales, descubrir los secretos de la agricultura 100% orgánica, realizar una cata de cítricos u hortalizas recién recogidas del huerto, comenzar el día con un apetecible desayuno con productos 100% locales y ecológicos, o asistir a un taller de cosmética natural para aprender a preparar tus propias cremas, geles o champús. La huerta es uno de los pilares fundamentales de la gastronomía malagueña. ¡Sorprende a tu equipo con un viaje de incentivo gastronómico muy diferente!
Concursos gastronómicos
Una buena idea para una actividad de team building es organizar una competición de cocina. ¿Te imaginas un concurso de arroces que determine quién es el mejor experto en paellas de la oficina? Puedes confiar esta actividad a Taberna Alarbadero, que lo pondrá todo a punto para que tu equipo solo se preocupe en pasarlo en grande.
Degustación de queso de cabra payoya
Visitar una ganadería, disfrutar de un día en el campo para conocer de primera mano la vida de las cabras payoyas, autóctonas de la provincia de Málaga. Experimentar en primera persona la actividad del pastoreo, ver el proceso de elaboración de los quesos y realizar una degustación guiada por un experto quesero, es una original experiencia que aúna tradición, naturaleza y gastronomía, y que podrás realizar en la Costa del Sol.
Espetos y pescaíto frito malagueño
Hablar de gastronomía malagueña es prácticamente sinónimo de hablar de pescado frito (pescaíto frito, como lo llaman los locales) y espetos de sardinas. Aprender los secretos mejor guardados para preparar un buen espeto es una de las actividades que podrás realizar en la Costa del Sol, gracias a los talleres de espetos: una forma de lo más original de adentrarnos en la cultura gastronómica malagueña. Por otro lado, los característicos chiringuitos del litoral de la Costa del Sol, las playas y las agradables temperaturas de las que la provincia de Málaga presume prácticamente todo el año, constituyen toda una experiencia gastronómica para el visitante.
Degustación de caviar
Explorar una planta de elaboración de caviar ecológico y finalizar con una degustación de una cucharadita de este exclusivo producto, acompañada de una copa de champagne o vodka es una experiencia gastronómica de lo más tentadora para un viaje de incentivo gastronómico.
Catas de jamón ibérico
Descubre, de la mano de un guía autóctono, el hogar de los cerdos ibéricos en libertad. Aprende sobre el método de cría de estos animales, su entorno natural, las diferentes variedades de cerdos ibéricos que existen (y sus características genéticas)... Es, sin duda, un espacio de lo más singular para realizar un evento corporativo. Y para finalizar, un agradable paseo por el campo y una degustación de uno de los mayores tesoros de la gastronomía española: el jamón ibérico.
Mercados locales
Esta actividad es perfecta para los amantes de la gastronomía y los productos típicos, que tendrán la oportunidad de descubrir los tesoros ocultos de la provincia en mercados tan peculiares como el de Atarazanas (Málaga). Cocineros y comerciantes os mostrarán de primera mano, los mejores productos y platos que Málaga y la Costa del Sol ofrecen. Un paseo, varias degustaciones gastronómicas y, sin duda, una experiencia difícil de olvidar.
Oleoturismo y enoturismo
Visitar una almazara de aceite o una bodega de vino, aprender sobre el proceso de fabricación de estos productos, realizar catas, maridajes... El oleoturismo y el enoturismo son dos actividades perfectas para quienes buscan disfrutar de un entorno natural a la vez que aprenden sobre los mayores tesoros de la gastronomía española (y por supuesto, andaluza).
Ruta de tapas
Una ruta de tapas es una forma magnífica de hacernos con una idea global de lo que la provincia de Málaga puede ofrecer desde el punto de vista culinario. Visitar varios bares y restaurantes, degustar algunos de sus platos más típicos, como la famosa porra antequerana, el ajoblanco o el pescaíto frito, es una buena manera de abrir boca en tu viaje de incentivo gastronómico.
La gastronomía malagueña abarca un sinfín de experiencias que merecen ser descubiertas. Pero, además, son muchísimos los atractivos que la Costa del Sol pone a disposición de quienes se proponen realizar un viaje de incentivo: un clima privilegiado; una oferta cultural y de ocio de lo más diversa y atractiva; parques naturales y entornos al aire libre de inigualable belleza, playas paradisíacas donde disfrutar de actividades acuáticas y un enorme abanico de profesionales y empresas de servicios especializadas en organizar viajes de incentivo. Costa del Sol - Málaga Convention Bureau reúne todos los requisitos que buscas para realizar tus viajes de incentivo, mejorar el ambiente de trabajo y disparar la motivación de tu equipo.