Ventas de Málaga: la cocina más tradicional

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El origen de las ventas en Málaga es el de restaurantes al borde de caminos principales o secundarios, que siglos atrás daban posada y viandas a los viajeros. Por su ubicación, solían abastecerse de los productos cultivados o silvestres de los alrededores. Por eso, en sus cartas eran y son protagonistas los guisos de caza o productos como los espárragos, las setas o las tagarninas, además de las chacinas o conservas caseras de su propia matanza. Hoy, algunas de estas ventas y restaurantes rurales de Málaga representan un patrimonio histórico y el refugio de antiguas recetas que se mantienen vivas gracias a ellas.

En toda la provincia de Málaga encontramos numerosas ventas de gran tradición y calidad, en las que además el precio suele estar muy ajustado a todos los bolsillos. Estas son sólo algunas de ellas:

Venta de Alfarnate

La Venta de Alfarnate es uno de los establecimientos más antiguos de Andalucía y con una interesante historia. Su origen se remonta, según sus propietarios, al siglo XIII, cuando se convirtió en una parada ansiada por sus contundentes platos. Por ella han pasado famosos bandoleros y personajes como el rey Alfonso XIII. Es famosa por sus huevos a lo bestia, un plato formado por migas con lomo, chorizo, huevos y pimientos fritos. Merecen una visita además el entorno y el pueblo de Alfarnate, situado a tan solo un kilómetro del restaurante.

Venta del Túnel (Málaga)

El arroz caldoso de pollo de la Venta del Túnel levanta pasiones. Se trata de un plato típico de los Montes de Málaga también conocido como arroz cortijero. La historia de este establecimiento empieza hace más de 60 años como una ventilla en el borde de la carretera de Málaga a Casabermeja. Desde entonces, han realizado numerosas mejoras en sus instalaciones, pero la comida sigue siendo casi la misma. Al arroz sumamos el típico lomo en manteca, las migas‘a lo bruto’, el plato campero o de los Montes, las berenjenas fritas, los callos con garbanzos y, cómo no, el tradicional vino de los Montes.

Ventorrillo de la Pera (Benalmádena)

Este establecimiento situado en el Arroyo de la Miel, en Benalmádena. Construido en 1785, fue restaurado en 1972, aunque su arquitectura y decoración mantiene el ambiente original. También en su carta se mantienen platos tradicionales basados en carnes de caza, pescados, asados o el tradicional gazpachuelo malagueño. Su nombre procede de una perra llamada Picarona, propiedad del Tío Cachorreras, primer propietario del establecimiento.

Yerbagüena (Campillos)

El restaurante Yerbagüena, en Campillos, se ha convertido en un referente gastronómico dentro y fuera de la comarca del Guadalteba tras ganar numerosos premios. Rompiendo con el estilo tradicional de las ventas, da cabida a la alta cocina, carne de caza, setas y escogidos productos del mar. El sello de la casa es la cocina de cercanía y de temporada con una ajustada relación calidad-precio y con hasta 200 referencias de vinos.

La Posada del Bandolero (El Borge)

La Posada del Bandolero, en El Borge, ocupa lo que hace casi dos siglos fue la casa natal de El Bizco de El Borge, uno de los forajidos más famosos de la Andalucía del siglo XIX. Es hotel y en su restaurante, abierto al público, se ofrecen los platos típicos de la Axarquía. Además, el edificio acoge un museo dedicado al bandolerismo.

  

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