Con casi una treintena de espacios naturales protegidos, la provincia de Málaga es un destino excelente para el turismo ecológico. En el interior, las sierras, bosques y lagunas cobijan a una enorme diversidad de especies de flora y fauna, algunas en peligro de extinción. Mientras que en la costa, el Mediterráneo esconde gran variedad de paraísos marinos.
Descubrir el “patrimonio verde” que atesoran sus nueve comarcas, deleitarte con la gastronomía más saludable o contemplar a los animales en el hábitat natural son algunas de las posibilidades a tu alcance. La única premisa: preservar el entorno.
Del bramido del toro al aullido de lobo
A escasa distancia de Ronda te espera Reservatauro, una finca donde el toro de lidia y el caballo de pura raza español son los reyes indiscutibles. Entre los bucólicos paisajes de la dehesa, salpicados de encinas centenarias, podrás conocer cómo se cría a estos animales. Y cómo no, disfrutar de un ecosistema mediterráneo declarado Reserva de la Biosfera.
Si prefieres una experiencia más salvaje, la alternativa es visitar Lobo Park. Situado en Antequera, con vistas a El Torcal, este enclave ofrece la posibilidad de adentrarse en el mundo de los lobos. Dejarás de tenerles miedo para sentir verdadera fascinación.
Sin dejar la vega antequerana, pero ya en las tierras de Fuente de Piedra, encontrarás el Refugio del Burrito. Se trata de una granja solidaria, habitada por burros y mulos que han sido rescatados para darles una vida mejor. Seguro que te robarán el corazón.
Este santuario animal está ubicado junto al humedal que alberga la mayor colonia de flamencos rosas de España: la Laguna de Fuente de Piedra. La presencia de distintas aves migratorias en la reserva natural y su gran riqueza ecológica la convierten en un lugar privilegiado para el avistamiento ornitológico y la práctica del senderismo.
Tesoros naturales del mar Mediterráneo
Aunque la Costa del Sol es famosa por las playas, sus más de 160 kilómetros de litoral cobijan impresionantes paraísos subacuáticos. Muy apreciadas por los amantes del buceo son las praderas de Posidonia de Estepona o Mijas. Pero sobre todo, los fondos marinos de los Acantilados de Maro-Cerro Gordo en Nerja, por su rica biodiversidad.
Otra opción para descubrir la flora y fauna de esta franja del Mediterráneo es visitar el Museo Alborania-Aula del Mar, en el Puerto de Málaga. Sus instalaciones acogen una exposición interactiva y animales en recuperación. Y es que entre sus cometidos está la conservación de la costa y la protección de especies marinas, como la tortuga boba.
Mercadillos y productos ecológicos
La cocina tradicional de Málaga está basada en la dieta mediterránea y se nutre de los frutos propios de la tierra y del mar. Además, diversos restaurantes, taperías y bares ofrecen menús elaborados con ingredientes ecológicos, como los productos de la ganadería y la agricultura sostenibles o los alimentos elaborados de forma artesanal.
Algunos de estos manjares y materias primas podrás también adquirirlos en los mercadillos que se instalan en distintas ciudades y pueblos de la Costa del Sol. Entre los más concurridos destacan los que organiza la Asociación Guadalhorce Ecológico, que de forma itinerante lleva los mejores productos por toda la geografía malagueña.
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