La esencia de la sostenibilidad pasa por garantizar la cobertura de las necesidades actuales sin llegar a comprometer el crecimiento futuro. Para las empresas, eso es un plus en dos sentidos: no solo porque deben pagar nóminas e impuestos en el largo plazo, así como hacer frente a otro tipo de gastos, lo cual no sería posible sin una política de sostenibilidad actual, sino también porque tienen que desarrollar su actividad observando las esferas medioambiental, social y económica al mismo tiempo. Así pues, aprende a crear valor a medio plazo con tu negocio y descubre cómo tener una empresa sostenible.
Reanaliza tus políticas corporativas
Si ya has escuchado hablar antes acerca de las bases teóricas de una empresa (misión, visión y valores), es hora de que incorpores en ellos de una forma más o menos directa la sostenibilidad. Eso se puede hacer reanalizando las políticas corporativas a fin de lograr que tu negocio sea más eficiente, personalizado y sustentable. Al fin y al cabo, las empresas sostenibles tienen por objetivo crear valor de manera continuada e inteligente, sin sobreponer necesariamente el lucro al respeto por los recursos disponibles.
Lleva los ODS a tu desempeño diario
Los llamados Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) son quizás la parte más visible de la Agenda 2030 para el Desarrollo creada por la ONU. Es bastante recomendable llevar, de alguna manera, las enseñanzas de los ODS al desempeño diario de los negocios. ¡Las empresas sostenibles se conocen por sus actos! Conviene no olvidar que las empresas privadas son uno de los agentes más destacados de la sociedad, junto a los individuos y las entidades sin ánimo de lucro.
Conoce y ayuda a tus grupos de interés claves
“¿Y eso qué quiere decir exactamente?”, estarás preguntándote ahora. Pues bien, básicamente quiere decir que debes saber quién será el beneficiario directo de tus acciones como negocio. Está claro que los clientes se sitúan en el centro de esta cuestión, aunque creer que solo existen ellos y todo termina ahí es tener una visión demasiado estrecha del mundo de los negocios, y eso te puede afectar a largo plazo.
Los grupos de interés claves de una empresa dicen mucho acerca de cómo es. Están los accionistas, los inversores, los trabajadores, la sociedad civil, la naturaleza o el ecosistema como un todo, por citar algunos. Debes conocerlos a todos y tratar de que, de alguna forma, tus acciones como empresa, se reflejen en impactos positivos en sus respectivas realidades. ¡No todo es dinero y lucro!
Las empresas sostenibles se preocupan tanto por el medioambiente y las condiciones de sus empleados, como por el beneficio, ya que entienden que su posición a medio y largo plazo depende en gran parte de cómo sean vistos por la sociedad en su conjunto.
Procesos de fabricación responsables
Por supuesto, y sin olvidar que el fin de todo negocio es la productividad, ¿por qué no implementar procesos de fabricación responsables desde la raíz? Puedes estar seguro de que a medio y largo plazo los frutos aparecerán. Hoy en día, el precio ya no ocupa en solitario el primer puesto en la lista de los elementos decisores de compra como antaño. Cada vez más, los consumidores valoran los procesos responsables de fabricación y los valores intrínsecos a la marca al decidirse por un producto A o un producto B. ¡Las empresas sostenibles apuestan por producciones sostenibles, así de simple!
Programas de responsabilidad, el broche de oro
En última instancia, corresponde a las empresas decidir por qué quieren luchar y pueden adherirse a programas de responsabilidad social corporativa de terceros que, sin duda alguna, les harán ganar una mejor imagen. Existen programas de reforestación, de incentivos agrícolas, de ahorro energético o de protección a la biodiversidad, entre otros, y cada uno de ellos puede contribuir a la creación de valor a medio plazo, haciendo que las empresas ganen aliados y seguidores en la sociedad civil.
La sostenibilidad en la Costa del Sol es una asignatura más que superada, gracias a la colaboración de sectores de forma continuada. Y es que las empresas sostenibles, en Málaga, encuentran un conjunto envidiable de factores para poner en marcha sus actividades sin descuidar lo más mínimo su vertiente más ecológica y social. La presencia de un ecosistema tecnológico creciente y la abundante naturaleza de la provincia se unen a la eficiencia en los transportes para fomentar la sostenibilidad desde la base. ¿Te animas a poner en práctica en Málaga nuestros consejos para crear valor a medio plazo?