Compras singulares en la Costa del Sol

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Málaga es el lugar perfecto para ir de compras huyendo de rutas oficiales y encontrando productos únicos. Sólo en artesanía existe una amplia oferta de cerámicas, botijos, vasijas y platos, junto a productos hechos con vidrio, madera o esparto. De un especial reconocimiento gozan los trabajos de forja, ideales para regalar o decorar tu hogar.

Los apasionados de las antigüedades y el coleccionismo tienen una cita ineludible en los mercados ambulantes de la Costa del Sol. En estos rastrillos al aire libre, que se instalan los fines de semana, se pueden adquirir auténticas maravillas a módicos precios.

Vino en primeur

Para los amantes de la enología, una visita obligada son las bodegas de Ronda. Algunas dan la posibilidad de comprar vino en primeur, cuando la cosecha aún está en barrica y no ha salido al mercado. Una invitación a conocer antes que nadie el sabor de la añada.

Aprovecha tu estancia en Ronda para pasar por una de las confiterías con más solera de la Ciudad del Tajo, en la plaza del Socorro, y llévate una caja de Yemas del Tajo. El sabor de estos típicos pasteles es tan sólo comparable al de los dulces de convento de Antequera, elaborados artesanalmente por las monjas de clausura.

El vino dulce y el aceite de oliva son otros dos pilares de la gastronomía de la provincia. En los Montes de Málaga y la comarca de la Axarquía, podrás comprar estos productos mientras paseas por pueblos de reminiscencias moriscas. A través de viñas y blancos cortijos llegarás a El Borge, Moclinejo y Cómpeta, donde te aguardan las mejores pasas.

Mercados

Otra alternativa es acudir a los mercados ecológicos que se organizan en el Valle del Guadalhorce. Aquí encontrarás alimentos de máxima calidad y frescura, con transporte de kilómetro cero. Y todo ello, con animación callejera. Cártama, además, te espera con sus suculentos embutidos, entre los que destaca el famoso salchichón de Málaga.

El Mercado de Atarazanas, en la capital de la Costa del Sol, es otra parada del recorrido por las compras singulares de Málaga. Entre sus puestos, regentados por comerciantes que pregonan su mercancía, hallarás todo tipo de alimentos y delicatesen.

Dentro del mercado hay un pequeño bar en el que disfrutar de pie de un refrigerio. Una rica tapa elaborada con productos de la tierra y una animada conversación con los simpáticos tenderos. Una experiencia cien por cien autóctona.

  

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