Málaga está viviendo un ‘boom’ cultural. Los grandes medios nacionales e internacionales nos señalan como el último grito de la moda europea, con los museos que ya disfrutamos y los que están por venir integrados en una ciudad amable y cercana. Pero más allá de las grandes inversiones, el tejido cultural alternativo en Málaga también crece a velocidad de crucero. Iniciativas privadas abiertas a residentes y visitantes, de escaso presupuesto pero de ilusión desbordante, que permiten dibujar un mapa repleto de actividades como exposiciones, sesiones de teatro, recitales o conciertos, al margen de lo convencional y a módico precio (o gratis).
Comenzamos nuestro recorrido por casas particulares. La Málaga moderna se articula en torno a domicilios de personas que deciden abrirlo a la cultura y organizar una agenda de eventos que tiene poco que envidiar a los grandes. Casa Sostoa es de facto la casa de Pedro Alarcón, que monta exposiciones de arte a pocos metros de su dormitorio.
El proyecto comenzó invitando a un único artista para que expusiera en su estudio. De uno pasaron a varios y de la primera exposición, Casa Sostoa terminó el curso 2013-2014 con 5 exposiciones y 11 artistas invitados. Eso sí, si quieres visitar Casa Sostoa, deberás concertar una cita mediante su página web.
En otro piso particular en la calle Molinillo del Aceite surge Villa Puchero Factory, comandada por Pedro J. Okña, su particular “cocinero”. La olla está repleta de exposiciones, obras de teatro, presentaciones de libros, performances…
En su Facebook se congratulan de que el tejido “cultureta” en la capital comienza a crecer gracias a la colaboración continua de artistas de diversas disciplinas. “En esta ciudad intercambias impresiones, proyectos, etc… con cualquiera, desde el director de un museo a un chaval que comienza a buscar su camino”, opinan.
Conexión entre artistas
Esta conexión entre los artistas alternativos es fomentada por centros y espacios de creación. Es el caso de La Casa Amarilla y Espacio Cienfuegos, puntos de encuentro de artistas alternativos muy diversos que encuentran en estos espacios un lugar con un ambiente ideal donde llevar a cabo sus procesos creativos.
Además de taller, estos lugares hacen las veces de espacios expositivos para todo el arte que generan. Nunca sabes lo que te puedes encontrar: fotografía, música, teatro, poesía, pintura…
Y, más allá del centro, una nueva zona de ocio y cultura se está articulando en la ciudad. Se trata del barrio de las artes, el Soho, al sur de la Alameda Principal. Como bandera, dos increíbles murales del artista D’Face visibles desde los puentes del río Guadalmedina. Y como corpus, decenas de locales que representan lo último de lo último: clubs nocturnos, tiendas de cómics, restaurantes donde poder jugar a cientos de juegos de mesa...
Un barrio con una oferta atractiva y una estética especial. Las opciones son variadas si no quieres ser el turista clásico y prefieres conocer la ciudad de Málaga a fondo: porque somos chiringuitos, sol, playa, y también somos Pompidou, Picasso y Thyssen, pero el arte aquí no entiende de barreras.