Su interés histórico, arquitectónico, cultural, paisajístico y gastronómico convierte a esta ciudad en uno de los grandes puntos de atracción de la Costa del Sol. De su pasado conserva -además de los Dólmenes- un extenso patrimonio arqueológico y arquitectónico, con numerosas iglesias, conventos y palacetes de distintas épocas y estilos.
Paraje Natural El Torcal de Antequera
De su entorno, destaca el Paraje Natural de El Torcal, famoso por las caprichosas formas de sus rocas calizas, que conforman uno de los paisajes kársticos más importantes de Europa, y la Peña de los Enamorados, conocida con ese nombre por la leyenda que cuenta que unos enamorados (un cristiano y una princesa mora) se arrojaron desde ella al vacío, para unirse en la eternidad.
Conjunto Arqueológico Dólmenes de Antequera
A las afueras del municipio, el Conjunto Arqueológico Dólmenes de Antequera lo conforman los dólmenes de Menga, Viera y El Romeral y es uno de los mejores y más conocidos exponentes del megalitismo europeo. Los megalitos son las primeras formas de arquitectura monumental en la Prehistoria europea y se desarrollaron hace unos 6.500 años con fines funerarios o rituales.
Paraje Natural Torcal de Antequera
El Paraje Natural Torcal de Antequera -en los términos de Antequera y Villanueva de la Concepción- encierra una de las muestras más impresionantes de paisaje kárstico de Europa, con una extensión de 1.171 hectáreas. Dos rutas de senderismo invitan a recorrerlo y buscar las curiosas formas que las rocas han adoptado convirtiéndose en esculturas naturales.
En el paisaje encontraremos además encinas, quejigos o arces que se entremezclan con plantas adaptadas a vivir en las fisuras de las rocas. Y entre la fauna, aves como el buitre leonado o el búho real y mamíferos como el zorro y la comadreja. Punto fundamental es el mirador de las Ventanillas, hacia el valle del Río Campanillas, con bellas panorámicas de su paisaje y de Villanueva de la Concepción.
El Peñón de los Enamorados y su leyenda
Por último, la Peña de los Enamorados es un peñón calizo con forma muy característica, ya que parece la cabeza de un indio tumbado, por lo que también es conocida como “el indio de Antequera”. Su nombre procede de una la leyenda según la cual Ibrahim, el alcaide del castillo de Archidona, tenía una bella hija llamada Tagzona, a la que comprometió en matrimonio con el viejo jefe de la fortaleza de Alhama.
Tagzona estaba enamorada de Hamet, joven descendiente de una familia de Abencerrajes procedentes de Antequera. Los jóvenes amantes, ante la imposibilidad de vivir su romance deciden huir buscando territorio cristiano y, viéndose perseguidos por los soldados de Ibrahim, cruzan el Guadalhorce y se refugian en la Peña. Ante su inminente captura deciden arrojarse al abismo sellando su amor.