Hablar del Puerto de Benalmádena es hablar de una de las joyas arquitectónicas marítimas más importantes de Europa. La elegancia de sus dársenas, las viviendas, la oferta de ocio y el buen ambiente que se vive durante los 365 días abren la puerta a uno de los lugares más importantes de la Costa del Sol.
Uno de los aspectos que más llama la atención de Puerto Marina, nombre con el que también se le conoce, es su diseño arquitectónico, en el que se mezclan las construcciones de estilo árabe, indio y, cómo no, andaluzas. El precursor de este formato de puerto en el que se juntan obras de varias culturas fue el arquitecto Eduardo Oria junto al ingeniero de caminos, canales y puertos Jaime Dioni.
El otro signo distintivo de la llamativa arquitectura que podemos encontrar en Puerto Marina son las islas de viviendas: bloques de casas que se erigen sobre el mar, como si brotaran y flotaran por arte de magia sobre el agua. Estas casas están construidas de frente al puerto deportivo, y desde que se levantaran allá por el año 1995 se han convertido en un tipo de construcción único propio de la Costa del Sol.
El día a día en el Puerto de Benalmádena no nos permitirá ni un solo minuto de aburrimiento. Durante todo el año encontraremos una gran oferta de ocio y cultura gracias a las tiendas y centros comerciales que se encuentran en tierra firme. Asimismo, podemos disfrutar de actividades como regatas deportivas, concursos de pesca deportiva y actividades acuáticas organizadas por el propio puerto. También hay espacios para toda la familia. Un ejemplo de ellos es el aquarium Sealife, donde podremos conocer de cerca todos los secretos que se esconden bajo el mar.
El Puerto de Benalmádena cuenta con espacio para atracar más de 1.000 embarcaciones y está capacitado para acoger barcos de hasta 35 metros de eslora. Además, se sitúa en un lugar privilegiado de la Costa del Sol: al lado de la estación de cercanías, a sólo 10 minutos del aeropuerto de Málaga y a tan sólo 30 minutos de Málaga por autovía.
El crecimiento y el buen hacer que ha tenido desde que se inaugurara en 1982 le han llevado a conseguir hasta en dos ocasiones el galardón de mejor marina del mundo. Asimismo, desde 1987 ostenta, de forma ininterrumpida, la bandera azul europea, signo distintivo de la calidad de sus instalaciones y de la limpieza de sus aguas. Cada año el puerto celebra su día ecológico, donde varias decenas de buzos se reúnen para limpiar el fondo del agua. Durante todo este tiempo ha ido mejorando, ha informatizado sus instalaciones, ha incorporado mejores medidas de seguridad y ya ha proyectado varias ampliaciones de cara al futuro.