Si, por el contrario, eres amante de playas que incluyen todos los servicios, chiringuito y espetos de sardinas incluidos, otras muchas playas de la Costa del Sol son perfectas para ti. Lo mejor de nuestro litoral es que ofrece posibilidades para todos los gustos. Te recomendamos varias de las mejores playas de la provincia de Málaga.
La clásica: La Carihuela
La primera playa destacada es todo un símbolo histórico de la Costa del Sol como destino turístico. Torremolinos inauguró el ‘boom’ en los años 60 y no ha dejado de crecer. En la actualidad, la playa de la Carihuela -originalmente barrio de marineros- es el epicentro vacacional de un municipio que presenta una oferta repleta de buenos servicios y de comodidad.
La playa de la Carihuela dispone de 2,1 kilómetros de arena oscura, un paseo marítimo donde contemplar de los hoteles que marcaron época en Torremolinos y los mejores chiringuitos de toda la provincia. Los que vienen y prueban los espetos que se preparan aquí descubren que la elaboración es distinta y especial.
La aclamada: Playa Burriana
Doble honor para Nerja y su término municipal si hablamos de playas. En este listado incluimos dos playas nerjeñas, completamente distintas entre sí pero igualmente geniales. Además, una de ellas, Playa Burriana, ha sido considerada en los últimos años como una de las mejores playas de Andalucía. Las razones son claras. Combina las facilidades de una carta de servicios amplia -kioskos, duchas, acceso para minusválidos- con unas vistas preciosas de las montañas y acantilados de la zona. Aquí podrás tomar el sol, bañarte, jugar al vóley y practicar todo tipo de deportes acuáticos.
La familiar: Torre del Mar
Nos desplazamos ahora hasta la otra punta de la provincia. Torre del Mar -en Vélez-Málaga- cuenta con uno de los mejores paseos marítimos de la costa malagueña. Es perfecto para disfrutar de un fin de semana en familia: amplio, con carril bici para niños y no tan niños y con numerosos locales de restauración a escasos metros para degustar una buena fritura malagueña. La playa cuenta con lo necesario para disfrutar de una buena jornada veraniega y sus aguas son claras, limpias y tranquilas.
La salvaje: Maro
El paraje de Maro-Cerro Gordo es conocido por aventureros de todo el mundo: la dificultad de su acceso es directamente proporcional a la recompensa de llegar. La montaña se encuentra con el mar y, en su abrazo, deja recovecos. Pequeñas calas de paz absoluta, poco transitadas, y vírgenes pero acondicionadas. El baño es sinónimo de aventura: puedes explorar las cuevas naturales formadas por el choque de las olas en la piedra, puedes contemplar cascadas impresionantes desde el agua y puedes recorrer todas las formaciones rocosas en canoa. Una manera distinta de pasarlo bien en la Costa del Sol que no olvidarás.