Las cuevas naturales de la provincia de Málaga siempre han atraído a los pobladores del litoral. Durante el Neolítico, los “protomalagueños” buscaban el abrigo de estas cavernas, su posición estratégica, y dentro no solo vivían: también dibujaban murales simbólicos y hacían misteriosos rituales.
En nuestros tiempos, estas cuevas tienen un interés antropológico, histórico, geológico y ambiental indudable. No solo nos permiten reconstruir la vida de aquellos pobladores hace miles de años: también nos permite admirar de qué maravillas es capaz la Naturaleza con determinadas condiciones y el paso lento e inexorable del tiempo.
En la Costa del Sol, destacan tres importantes yacimientos neolíticos al abrigo de las cavernas: la Cueva de la Pileta, en Benaoján, la Cueva del Tesoro, en Rincón de la Victoria, y la magnífica Cueva de Nerja, cerca de Maro. La cueva del Gato, por su parte, no tiene restos de antiguas civilizaciones, pero aun así sus atractivos son muchos y variados, tanto para un turista al uso como para un amante de la espeleología, el deporte y la ciencia de explorar las cuevas.
Reconstruyendo la historia
Nuestras cuevas son únicas en el mundo. LaCueva del Tesoro, por ejemplo, es una de las tres únicas cuevas de origen submarino que se conocen en el planeta. Además de sus impresionantes formaciones naturales, donde estalactitas y estalagmitas parecen estar bailando una danza milenaria, también contiene restos de presencia humana de indudable valor histórico. Las pinturas rupestres encontradas aquí son similares a las de la Cueva de la Pileta, en Benaoján. Con su entrada situada a cierta altura, en el cerro homónimo, sus representaciones artísticas son del Paleolítico y causan impresión por su tamaño, exactitud y belleza. Ambas grutas son visitables todo el año.
Pero si hay una caverna símbolo de la riqueza medioambiental de la Costa del Sol, esa es la Cueva de Nerja. Se descubrió en 1959 por un grupo de chicos de la zona. Se quedaron maravillados por su grandiosidad. Y es que esta cueva es un auténtico tesoro científico y monumental. Salas inmensas, iluminadas tenuemente por las rendijas que las conectan con el exterior. Y algunas representaciones pictóricas que, de confirmarse, podrían ser las más antiguas de la historia de la Humanidad.
La cueva del Gato
La Cueva del Gato es una de las bocas del sistema Hundidero-Gato, una impresionante red subterránea de simas, lagos, salas y sifones de más de 9.000 metros cuadrados topografiados. La visita a su entrada sur, también cerca de Benaoján, es totalmente recomendada. Una cascada cae de la entrada de la gruta a un pequeño lago, de agua muy fría –solo para los bañistas más valientes-, generando un paraje de encanto y belleza sobrecogedor. La entrada a la propia cueva solo se puede realizar con equipo adecuado y conocimientos en técnicas de espeleología. Una más de las manifestaciones de una madre Naturaleza que, en la provincia de Málaga y su Costa del Sol, crea auténticos monumentos naturales.