Calles adornadas con flores y plazas decoradas con altares anuncian la llegada de las Cruces de Mayo a la Costa del Sol. Aunque de origen religioso, esta colorida fiesta se ha convertido en un homenaje a la primavera, con sus aromas, tonalidades y sabores propios. Estos son algunos lugares donde la celebración es todo un acontecimiento.
El Día de la Cruz en el Valle del Guadalhorce
El 28 de abril arrancan en Coín las Fiestas de la Primavera, una feria donde la diversión da paso al fervor religioso cuando llega el 3 de mayo. Es entonces cuando tienen lugar el Día de la Cruz y el desfile del Cristo del Perdón por el pueblo engalanado con cruces florales. Sin duda, una de las más hermosas tradiciones del Valle del Guadalhorce.
Las flores son también las protagonistas de la Festividad del Santísimo Cristo de la Vera Cruz que se celebra durante esa misma jornada en la vecina localidad de Alhaurín el Grande. No te pierdas la procesión por las calles cubiertas con romero y plantas aromáticas. El espectáculo es único.
De fiesta por la Axarquía
Frigiliana no necesita adornos para cautivar con sus encantos. Aun así, los pintorescos rincones de esta villa blanca se convierten en el escenario ideal para festejar el Día de la Cruz. Plazas y adarves cuajados de flores, elaboradas cruces decorativas y los ritmos más animados te esperan a principios de mayo en este pueblo de la Axarquía.
Frigiliana ofrece además degustaciones gastronómicas acompañadas con vino del terreno. Y es que aquí la primavera no solo huele a flores, sino que sabe a sabe a chacina, a migas y a miel de caña. Con este último producto, tan típico como delicioso, se preparan las arropías y las marcochas. No habrás probado nada igual.
Muy cerca, en Nerja, las calles también se llenan de monumentos florales, mantones de Manila y arreos que embellecen los altares de las Cruces de Mayo. Tampoco faltan la música y los bailes, el entretenimiento y la comida. ¡Y no hace falta invitación!
De la Sierra de las Nieves a Málaga
Una de las estampas más características de Casarabonela son las hornacinas religiosas repartidas por esta villa de la Sierra de las Nieves. El primer fin de semana de mayo, los lugareños montan junto a estos pequeños niños las tradicionales cruces de flores y se suceden las actividades lúdicas. Es primavera, ¡así que hay que divertirse!
Esta costumbre, sin embargo, no es exclusiva de los pueblos. En la capital de Costa del Sol podrás contemplar en mayo más de un centenar de cruces engalanando barrios, casas de hermandad y sedes de asociaciones. La del Perchel, en la iglesia del Carmen, y las de El Palo, con marcado sabor marinero, son de las más destacadas. ¡Visítalas y forma parte de esta fiesta!
