Júzcar, el pueblo pitufo

 Tags: Naturaleza

Gargamel nos persigue. Huimos por las calles del pueblo y a nuestro paso nos cruzamos con la bella Pitufina. El Pitufo Filósofo reflexiona debajo de un árbol; Pitufo Miedoso se esconde, siempre tiene miedo, y ¡cómo no! Pitufo Gruñón se enoja por el alboroto. Papá Pitufo, siempre aportando la cordura, quiere poner orden.

Esta historia se puede imaginar y soñar en un pueblo con magia: Júzcar, el pueblo pitufo. En junio de 2011 este municipio de la provincia de Málaga se tiñó de azul para recibir el estreno mundial de la película Los Pitufos (dirigida por Raja Gosnell). Desde entonces y hasta hoy sus casas y calles tienen un color añil que nos traslada a un mundo de fantasía.

Júzcar se encuentra en el Valle del Genal, paraje situado en la Serranía de Ronda. Reúne todas las peculiaridades de un pueblo de montaña: la carretera para llegar a él serpentea entre las rocas, sus calles son estrechas, acogedoras y con encanto. Sus chimeneas echan humo como el primer día. En los meses de otoño el camino hasta Júzcar se decora con el color rojizo de los castaños que embellecen y dan vida alrededor del pueblo.

De su historia cabe destacar la Fábrica de Hojalata, la primera en funcionar en España (año 1731). La abundancia de madera en esta zona permitía el abastecimiento continuo para la fundición del material. Dio trabajo a casi 200 obreros, cifra similar a la población de Júzcar a día de hoy. Actualmente solo quedan de ella ruinas de pilastras y columnas abandonadas cerca del río.

Qué ver en Júzcar

En este pueblo de Málaga podemos visitar la Iglesia de Santa Catalina, el edificio más destacado del municipio. El Museo Micológico también es parada obligada para los visitantes que quieran conocer el mundo de las setas. Júzcar es un destino de referencia para los amantes del micoturismo. También es lugar de paso de la Ruta de Fray Leopoldo, itinerario que discurre por varias zonas de la Serranía de Ronda y que rememora los lugares por los que caminó el beato antes de ir a Granada. 

Una gastronomía dulce

La gastronomía de Júzcar se nutre en gran medida de los productos autóctonos. En el Valle del Genal existe una gran variedad de frutas, verduras y hortalizas. Entre sus platos típicos se encuentran el ajillo, las migas y el ‘sopeao’ de setas. Los torcidos, los roscos y los buñuelos ponen el toque dulce a las sobremesas. Y es que Júzcar es mucho más que unas paredes pintadas de azul: es una opción excelente para disfrutar del interior de Málaga.

  

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