Tiger Woods empezó a ser entrenado desde la más temprana edad por su padre Earl Woods. Tiger balanceaba el palo de golf antes de caminar, ¡y ganó su primer torneo con solo tres años! Pero no todos los niños son prodigios de un deporte que necesita mucha práctica.
Lo importante es poder compartir tu hobby con tu familia, transmitirle tus conocimientos y compartir grandes momentos con tus hijos. Para conseguirlo, aquí te ofrecemos algunas recomendaciones:
Haz que se diviertan
Son niños, buscan pasarlo bien y jugar en todo momento. Ellos estarán encantados cuanto más creativo y original sea el juego, ponle pequeños retos en lecciones cortas que resulten más divertidas. Puedes jugar por ejemplo en la modalidad scramble, consiguiendo que todos juguéis una misma bola y ofreciendo una partida más dinámica.
Campamentos y clases en grupo
Los deportes individuales no llaman demasiado la atención en edades tempranas, por eso, la enseñanza en grupo les parecerá más divertida. En la Costa del Sol existen multitud de escuelas para aprender que ofrecen clases tanto en modalidad individual como grupal.
Un par de hoyos
Un juego completo puede aburrir a los más pequeños, quizás mejor solo un par de hoyos y simplificados, es decir, con la salida a partir del fairway. También será bueno jugar cuando el green se encuentre poco concurrido, para no tener prisa.
Cuidar los espacios
Enseñar buenas prácticas desde el principio es imprescindible. Muéstrale a tu hijo que todo lo que se pueda deteriorar jugando hay que dejarlo lo mejor posible para poder seguir disfrutando del juego durante mucho tiempo.
Tocar la bola
Las reglas básicas, como tocar la bola y sus penalizaciones, cuanto antes las aprendan mucho mejor.
En resumen, no olvides que el principio de la práctica de este deporte tan técnico y complejo debe ser la diversión. Consulta los diferentes campos de golf de la Costa del Sol, muchos de ellos cuentan con magníficas escuelas.