En el interior de la Axarquía malagueña se asienta uno de los pueblos más bellos de España. Se trata de Frigiliana, un laberinto de calles estrechas y empinadas que te dejará boquiabierto. Fachadas encaladas, balcones llenos de flores, ventanas azules a juego con el mar… Miles de visitantes han quedado seducidos por uno de los pueblos más bonitos de la Costa del Sol, y muchos incluso han fijado aquí su residencia. Te invitamos a descubrir una de las Maravillas Rurales de España.
Autenticidad y cosmopolitismo
Frigiliana ha sido habitada prácticamente desde la prehistoria y sucesivas civilizaciones han dejado huella de su presencia. Es el caso fenicios, romanos y árabes. A esta última, Frigiliana debe gran parte de su trazado y estilo arquitectónico actual. Para celebrar la estrecha relación del municipio con su historia, se celebra a finales de agosto el Festival de las 3 culturas de Frigiliana.
Frigiliana cuenta también con numerosas actividades para los amantes de la naturaleza y el turismo activo. Si quieres aprender español, encontrarás varias academias y escuelas de idiomas tanto dentro de la localidad como en Nerja, a apenas diez minutos en coche de este municipio.
Qué ver y qué hacer en Frigiliana
Para conocer el pasado morisco de Frigiliana, su Posada es visita obligada, un lugar con el encanto típico andaluz de las solerías de barro, azulejos, mobiliario rústico y chimeneas de leña. Aunque con una temperatura media anual de 17º, no será muy necesario encenderla… Subiendo por las calles del barrio morisco hasta el Peñón de la Sabina llegarás a un mirador desde el que contemplar unas vistas sensacionales del pueblo y la comarca.
Pese a adentrarse unos 5 kilómetros en el interior, en Frigiliana te parecerá estar en un ambiente costero propio del trópico, gracias a los mangos, aguacates y azúcar de caña que se cultivan en el clima tropical de la Axarquía. Aquí se encuentra además la única fábrica de miel de caña de Europa, donde se continúa fabricando esta delicia de forma artesanal.
La Iglesia de San Antonio de Padua es otro de los principales monumentos de Frigiliana. Construido en el siglo XVI, este templo esconde en su interior piezas de verdadero interés, como las máscaras centenarias de los doce apóstoles que son portadas en una singular procesión el Jueves Santo por vecinos del pueblo.
Prepara las maletas para una larga temporada porque cuando llegues a este bonito pueblo, no querrás marcharte.
