Si te vas de viaje y se te echa el tiempo encima, lo mejor es ser práctico a la hora de empaquetar tus cosas y más aún, si solo dispones de una maleta de mano para pasar un par de días. Renuncia a los por si acaso… y toma decisiones.
¡Ánimo! Con estos trucos no echarás nada en falta durante tu viaje.
Elección de la maleta
Es cierto que la comodidad también es importante, pero ¿qué prefieres?, ¿una maleta rígida con ruedas o una flexible en la que amoldar el contenido de mil formas diferentes? Además, es importante que te informes del tamaño permitido por tu aerolínea, puesto que suele variar.
Haz una lista
Si comienzas a meter las cosas en la maleta sin recapacitar llevarás cosas innecesarias y te faltarán algunas fundamentales. Piensa en el tipo de viaje que vas a realizar, ¿crees que necesitas esos tacones para recorrer la ciudad? ¿Vas a leer más en una semana que en todo un año?
Ser práctico es lo importante, recuérdalo.
Bolsillos mágicos
Hay muchas maletas que engañan, puedes llegar a introducir en ellas mucho más de lo que imaginas. Por eso, aprovecha cada recoveco y sobre todo los bolsillos. En el interior de los zapatos también caben un par de calcetines, esto es como un tetris, podrás encajarlo todo si te lo propones.
Neceser
Es probablemente lo que más dolor de cabeza provoca a la hora de hacer el equipaje de mano. Todo el mundo se cuestiona la cantidad de líquido permitida, si el desodorante puede llevarse o si puedes viajar con un pequeño perfume. Solo debes recordar que los líquidos deben ir en recipientes de, como máximo, 100 ml.
Piensa en lo que comprarás en tu destino
Si llevas la maleta al cien por cien, no entrarán todas las cosas que quieras comprarte allí. Y la verdad, mejor renunciar a variar los looks que quedarte sin comprar aquello que tanto te ha gustado y que te traerá siempre buenos recuerdos, ¿no crees?
Sólo para los que quieran pasar a nivel experto
- Enrolla la ropa y no la dobles, ocupará mucho menos. Y si la enrollas adecuadamente no debe arrugarse.
- Bolsas de plástico, son importantes. ¿Para qué? La respuesta es sencilla, con ellas podrás guardar los zapatos a tu vuelta cuando quizás estén sucios de todas las caminatas que hayas dado o para guardar la ropa sucia y que el resto no se impregne del olor.
