Si pensamos en la Costa del Sol, un sol radiante y un mar de color azul intenso vendrán a nuestra mente de inmediato. Pero existen otros símbolos característicos que a lo largo de la historia han marcado su cultura convirtiéndola en un destino lleno de singularidades.
Un plato: el pescaíto frito
La Costa del Sol tiene mil sabores que encontramos en maravillosos platos. El del pescado frito en las decenas de chiringuitos que pueblan el extenso litoral es uno de los más codiciados. El boquerón -que incluso da nombre a los habitantes de Málaga capital, conocidos popularmente como boquerones- es sin duda uno de los símbolos de la Costa del Sol.
Una flor: la biznaga
Si buscamos un olor en la Costa del Sol, el de la biznaga vendrá inmediatamente a nuestra mente. Un ramillete de jazmines en forma de bola, realizado laboriosamente a mano flor a flor, insertadas en un tallo seco, que en verano los biznagueros venden por las calles. Por la noche, las flores abiertas desprenden un intenso aroma embriagante, todo un deleite para los sentidos.
Una estatua: el Cenachero
Figura simbólica donde las haya, el Cenachero nos observa desde la plaza de la Marina de Málaga capital en una estatua realizada por el artista malagueño Jaime Fernández Pimentel, que inmortalizó en 1968 a este pintoresco personaje. Este personaje está inspirado en un pescador real que vendía pescado de la bahía en dos platillos de cenachos que portaba en equilibrio.
Un edificio: la Farola
No muy lejos del Cenachero, también en Málaga, se encuentra otro de sus símbolos: la Farola. Se trata de un faro situado en el Puerto de Málaga que vigila e ilumina toda la costa desde su construcción en 1817. A sus pies está el Muelle Uno, zona de ocio y compras al aire libre de visita obligada que alberga además el Centro Pompidou de Málaga.
Una fiesta: los verdiales
Y si la Costa del Sol es una fiesta, su ritmo son los verdiales. Esta música de origen campesino todavía hoy se toca y baila en muchos de los pueblos de la provincia de Málaga, pero especialmente en los de la comarca de la Axarquía, Valle del Guadalhorce y Montes de Málaga. Su gran día es el 28 de diciembre, con la Fiesta Mayor de Verdiales, en la que malagueños y visitantes disfrutan de esta manifestación cultural autóctona.