Benaoján es un pintoresco pueblo surcado por un pequeño arroyo que desemboca en el río Guadiaro. Perteneciente al entorno natural de la Sierra de Grazalema y declarada por la UNESCO Reserva de la Biosfera, la localidad está protegida por una imponente formación de roca caliza perteneciente a la sierra del Líbar, bajo la que se abren numerosas cuevas, entre las que destacan las de la Pileta o la del Gato. Si estás buscando un destino para disfrutar de una escapada relajante en pareja y vivir un sinfín de aventuras juntos, ¡Benaoján te va a enamorar!
Qué ver y hacer en Benaoján
Pasear por Benaoján es como emprender un viaje al pasado árabe andalusí: con sus serpenteantes calles y sus empinadas cuestas. El municipio destaca principalmente por el entorno natural que lo rodea. Pero, antes de adentrarnos en sus cuevas y en su ambiente rural, nos fijaremos en dos elementos pertenecientes a las civilizaciones más representativas que han pasado por estas tierras: la Torre del Moro y la iglesia de Nuestra Señora del Rosario.
Fuente: Ayuntamiento Benaoján
Construida por los musulmanes para controlar el importante paso del valle del Guadiaro, la Torre del Moro servía de refugio a los habitantes de la localidad en caso de ataque. Actualmente solo queda en pie una de sus paredes. Por su parte, la iglesia de Nuestra Señora del Rosario data del siglo XV. Consta de una única nave cubierta con armadura de madera. La capilla mayor es cuadrada y está cubierta por una bóveda gótica. La entrada se efectúa bajo un arco de medio punto y la torre del campanario tiene dos cuerpos, uno inferior de planta cuadrada y otro superior octogonal, del que cuelgan las campanas.
El senderismo, la escalada, el piragüismo por el río Guadiaro o la espeleología en las cuevas de Benaoján, son solo algunos ejemplos de las diversas actividades de las que podemos disfrutar en este pueblo, un destino que nos permite pasar unos días de relax y desconexión en plena naturaleza.
Cueva de La Pileta
Situada a unos seis kilómetros del pueblo, la cueva de la Pileta es el monumento más importante de Benaoján y una de las más interesantes muestras de la prehistoria peninsular. Se calcula que la cueva tiene unos 150.000 años de antigüedad y fue ocupada en diversos periodos a lo largo de 20.000 años. Se trata de un amplio recinto de dos pisos con galerías, ensanches, lagunas de agua inmóviles y salas con estalactitas y estalagmitas. También cuenta con una sima de gran profundidad, donde aparecieron restos de animales y hasta un esqueleto humano. Actualmente se puede visitar la cueva de La Pileta en compañía de guías expertos, previa reserva.
Fuente: Cueva de la Pileta
Cueva del Gato
La cueva del Gato es un rincón natural único y maravilloso en la provincia de Málaga. Al igual que la cueva de La Pileta, solo se puede visitar previa autorización y con guías expertos. Es también de notable interés arqueológico y geolítico, ya que está ubicada junto al río Guadiaro y por ella salen las aguas del río Gaduares tras un recorrido subterráneo de casi cinco kilómetros. Se trata de un lugar realmente privilegiado para disfrutar de un refrescante baño de agua dulce.
Pasar unos días rodeados del impresionante entorno natural de Benaoján, alojarnos en una coqueta casa rural, disfrutar de la calma y la tranquilidad que se respira en las calles de la localidad, descubrir la gastronomía local (destacan sus chacinas y productos derivados del cerdo, además de todo tipo de guisos populares), visitar sus cuevas y otras localidades cercanas son un plan perfecto para disfrutar de un fin de semana en pareja. ¡Descubre muchos más destinos rurales para visitar en el interior de la Costa del Sol!