Si cuando llegues a Málaga sabes algo de español, enseguida notarás que los malagueños no hablan exactamente el español que encuentras en los libros. El “malagueño” es una variante del habla andaluza, una forma de habla que caracteriza a la gente de Andalucía.
Rasgos genéricos del habla malagueña
En general, el habla malagueña se distingue por la aspiración de la “s” final en los plurales. De esta forma, en lugar de decir “las casas”, un malagueño dirá “la casa”. ¿Y cómo averiguamos si se trata de una casa o de varias? En el malagueño la diferencia entre plural y singular es muy leve (pero no inexistente). La forma de hacerlo es a través de la concordancia con el artículo o el verbo y del contexto en el que se diga.
Al igual que ocurre con la construcción del plural, pasa con la de los participios de los verbos. Un rasgo común a todos los andaluces es la caída de la “d” intervocálica del participio. Así, los malagueños dirían “hemos comío” para comentar que “han comido”.
Otro de los rasgos distintivos del “malagueño” es el “ceceo”, que consiste en el uso del sonido “z” en todas las apariciones de “s” y “z”, o del “seseo”, que sería el rasgo contrario: el uso del sonido “s” en los vocablos con “z”. Así, un malagueño que cecea diría “caza” en lugar de “casa” y uno que sesea diría “sapato” en lugar de “zapato”. Estos rasgos dependen de las zonas y pueblos.
También existe en algunas zonas de la Costa del Sol el uso de “ustedes” para sustituir a “vosotros”. Es un uso coloquial, así que si un malagueño te pregunta “¿Ustedes van a venir a cenar?” no es que se estén refiriendo a tu grupo de amigos de manera formal.
Vocabulario malagueño
Además de los rasgos genéricos, el malagueño cuenta con un léxico propio. Olvídate de pedir un café y una tostada en un bar de Málaga… Si quieres que el camarero te entienda, tendrás que pedir un “pitufo” o un “mollete” (tipos de pan que se utilizan para la tostada) y una “nube”, “sombra” o “mitad” (tipos de café en función de la leche que tenga).
Si en ese mismo bar hay mucha gente, dirás que había “una pechá” de gente. Y si te da vergüenza hablar con tanta gente, te dará “fatiga”. Si, a pesar de todo, el bar te gusta mucho, dirás que es “perita”.
Tras este kit básico de supervivencia, te mostramos otras palabras y expresiones que podrás escuchar en la Costa del Sol:
- Chorrearse: Deslizarse
- Chorraera: Tobogán
- Guarrito: Taladro (proviene de la marca de taladros Warrington)
- Chavea: Niño
- Tollo: Torpe
- Terral: Viento que proviene de África y que provoca una subida elevada de la temperatura
- Engorilao: Encantado, que te gusta mucho alguna cosa
- Alobao: Despistado
- Estar frito: Tener muchas ganas de hacer algo
- Moraga: Barbacoa en la playa
- Cenacho: Cesta de esparto con asas
- Cenachero: Antiguo vendedor ambulante de pescado
- Changuay: Lío
- Biznaga: Flor característica de Málaga que consiste en un ramillete de jazmines
- Madrevieja: Alcantarilla
- Curiana: Cucaracha
- Volantona: Cucaracha con alas
- Chícharos: Guisantes
- Guarnío: Cansado
- Hacer piarda: Faltar a clase