La provincia de Málaga ofrece numerosas propuestas para los amantes del “slow travel”. Una de ellas es la Axarquía, un lugar idílico para aquellos viajeros que durante sus vacaciones buscan disfrutar de la calma, la gastronomía local y sumergirse en las tradiciones de los pueblos y rincones que visitan.
Esta comarca ubicada en la zona oriental de Málaga, cuenta con una gran variedad de paisajes rurales y costeros. En su litoral, destacan los acantilados y las calas escondidas, mientras que en los pueblos de interior podrás perderte por sus calles de trazado árabe y casas blancas, mezclarte con su gente y descubrir tradiciones que han sobrevivido al paso de los siglos.
Hoteles y casas rurales: dónde alojarte
Por toda la comarca podrás encontrar casas rurales en parajes de ensueño, con piscina y equipadas con todo lo que necesitas. Si prefieres la tranquilidad de un alojamiento rural, puedes consultar Ruralidays, una agencia especializada en alquiler de casas rurales en el interior de Málaga. Puedes elegir una con piscina junto al lago de La Viñuela, con vistas a la montaña en Alcaucín, una villa de lujo en Frigiliana, o con vistas al mar en Torrox, entre otras muchas opciones. Todas ellas con un nexo común: un entorno natural donde relajarte y desconectar por completo.
Si prefieres los servicios de un hotel, te recomendamos B Bou Hotel La Viñuela, un coqueto hotel boutique con unas preciosas vistas al embalse que da nombre al alojamiento. Otro de ellos es el Balcón de Cómpeta, una auténtica ventana a la naturaleza y playas situado a más de 600 metros sobre el mar.
Qué ver y comer
Una de las mejores formas de descubrir la idiosincrasia de la Axarquía es conocer sus pueblos. Un imprescindible es Frigiliana, uno de los pueblos más bellos de España. Sus casas blancas, una ubicación privilegiada entre la montaña y el Mediterráneo y su mezcla cultural lo convierten en un lugar muy especial. Otro pueblo con encanto es Nerja, donde podrás visitar los rincones en los que se rodó la serie Verano Azul y el emblemático barco de Chanquete, su bonito centro histórico, el Balcón de Europa o la Cueva de Nerja.
Otro de los municipios que debes ver es Vélez-Málaga, cuyo casco histórico está declarado Conjunto Histórico-Artístico. Su Barrio Y si quieres ver un pueblo curioso, te sugerimos conocer Comares, “colgado” de una montaña y con una panorámica impresionante.
Para poner un toque de emoción a tu viaje, tienes numerosas actividades de turismo activo. Puedes hacer kayak por el paraje natural de los acantilados de Maro-Cerro Gordo, piragüismo en el embalse de La Viñuela, o hacer senderismo por el río Chíllar.
En cuanto a la gastronomía axárquica, ésta tiene sabor tropical. El aguacate y el mango son protagonistas en muchas de sus recetas. Además posee la única fábrica tradicional de miel de caña de Europa, ubicada en Frigiliana, con la que se suelen aderezar las berenjenas fritas y las tortillas de bacalao. También es única la tradicional forma de secado de sus pasas, lo que las hacen incomparables en sabor. Para acompañar, prueba con un vino de Cómpeta.
Más allá de la Axarquía: el Caminito del Rey
Si dispones de tiempo suficiente y quieres ver otras zonas de la provincia, no te puedes perder uno de los lugares más espectacular del interior de Málaga: el Caminito del Rey. Se trata de un sendero colgado de un desfiladero a más de 100 metros de altura y un recorrido completo de 7,7 kilómetros. En apenas dos horas podrás llegar a este enclave.
Para completar la jornada en el Caminito del Rey, muy cerca se encuentra el embalse Conde de Guadalhorce de Ardales (conocido como Pantano de El Chorro), donde podrás disfrutar de actividades y darte un chapuzón en plena naturaleza.
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