¿Te ocurre cada año que cuando llega el otoño quieres redimirte como sea de los excesos alimenticios del verano? Pues bien, no tienes por qué castigarte con una alimentación extremadamente rigurosa, sino que la respuesta está en hacer tuya una forma fresca y sana de comer: la dieta mediterránea.
Más que una dieta, un estilo de vida saludable
Las vacaciones se asocian a comidas copiosas y descontrol en los hábitos nutricionales. Mediante la dieta mediterránea puedes comer de modo saludable, variado, fresco y natural, lo que te ayudará a llevar un nuevo estilo de vida. Esta dieta está considerada como un bien que todos deberíamos incluir en nuestras vida y está declarada por la UNESCO Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad.
Si viajas a la Costa del Sol, descubrirás que las recetas más típicas de la provincia te invitan a comer sano sin prohibiciones. Así, podrás disfrutar de platos como el ajoblanco, la porra antequerana o de la ensalada malagueña.
¿Cuáles son los beneficios de la dieta mediterránea?
En la dieta mediterránea los alimentos procesados son sustituidos por productos frescos, de hecho, surge de la necesidad de consumir lo que se cultivaba. En la pirámide nutricional de la dieta mediterránea destaca el consumo de frutas y verduras, legumbres, frutos secos, pescados, carnes blancas, ¡y sin privarte de una copa de vino para acompañar tus comidas!
El menor aporte de calorías te hará estar más en forma y evitar el sobrepeso. Además, esta forma de entender la comida y la vida te aporta una dosis extra de optimismo, contribuyendo a que te sientas especialmente bien, y siempre con el mejor sabor de boca.
Conoce las recetas tipicas malagueñas que forman parte de esta dieta y lucha contra los excesos.
