La Costa del Sol ofrece numerosos monumentos y zonas de interés que visitar. En la localidad de Benalmádena, por ejemplo, encontramos una pieza arquitectónica que no deja indiferente a nadie. Hablamos del Castillo de Colomares, una de las principales atracciones turísticas de la ciudad. Esta construcción es un homenaje a Cristóbal Colón y el descubrimiento de América, y encierra entre sus paredes un secreto que pocos conocen: la iglesia más pequeña del mundo.
Castillo de Colomares: una mezcla de estilos arquitectónicos
Esta obra fue creada por Esteban Martín entre 1987 y 1994 como símbolo del intercambio cultural desencadenado tras el descubrimiento de América en 1492. El monumento es la mezcla perfecta de los estilos arquitectónicos presentes en España a lo largo de su historia (románico, gótico, mudéjar…) y hace referencia a las tres culturas presentes en la Edad Media en nuestro país: cristianismo, judaísmo e islamismo. Además, en su interior podemos encontrar estructuras como una pagoda (un elemento arquitectónico de la cultura asiática) como símbolo de las verdaderas pretensiones del viaje inicial de Colón: llegar a China y Japón para hacer negocio con las especias. Es en cierta manera un libro de historia narrado a través de la arquitectura.
La iglesia más pequeña del mundo
La iglesia del Castillo de Colomares es, según el libro Guinness de los records, la más pequeña del mundo. Con tan solo 1’96 metros cuadrados, hace que sus visitantes se sientan como auténticos gigantes en el reino de Lilliput. Lo cierto es que resulta realmente difícil oficiar una misa en su interior, ya que apenas el sacerdote cabe entre sus cuatro paredes.
El diminuto templo está dedicado a Santa Isabel de Hungría, patrona de la orden teutónica, que consagró su vida a ayudar a los más desfavorecidos. Cuenta la leyenda que, cuando Isabel de Hungría estaba repartiendo pan a los pobres a escondidas de su familia, su cuñado la descubrió, quitando de un manotazo la pieza de tela que tapaba la cesta de pan. Entonces, Dios la encubrió transformando el alimento en rosas. Una de las cosas que llaman la atención en el interior de la iglesia pequeña del Castillo de Colomares es una estatua de esta santa. Otra de las curiosidades que encontramos en el interior del templo es un Cristo con el brazo caído, que representa un momento del descendimiento del cadáver del hijo de Dios.
Una visita obligada
La visita al Castillo de Colomares está realmente recomendada para todos aquellos visitantes enamorados de la arquitectura que quieran ver algo diferente. Además, el castillo brinda unas maravillosas vistas de la costa de Benalmádena. Por si todo ello fuera poco, esta localidad del litoral malagueño brinda todos los atractivos para pasar unas vacaciones inolvidables. La oferta de atracciones turísticas es de las más completas de la Costa del Sol, y están muy bien repartidas entre sus tres núcleos urbanos. Benalmádena Pueblo representa la calma a través de un pintoresco paisaje urbano de calles estrechas y plazas, mientras que Benalmádena Costa reúne buena parte de la oferta vacacional y un amplio litoral dividido en 15 playas. Arroyo de la Miel, con un fuerte crecimiento en los últimos años, es el lugar en el que se concentran un gran número de atracciones de ocio que completan el atractivo de este destino. Además, el puerto deportivo de Benalmádena –conocido como ‘Puerto Marina’, ha sido condecorado en dos ocasiones como ‘mejor marina del mundo’. Con una arquitectura sorprendente, que nos traslada a un escenario propio de un cuento de hadas, el puerto de Benalmádena brinda al visitante una amplísima oferta de ocio, tiendas, bares y restaurantes.
