En el Parque Natural de la Sierra de las Nieves se alza el pico del Torrecilla, uno de los más altos de Málaga. Con 1.919 metros, su ascensión es todo un reto para montañeros y senderistas. Pero el esfuerzo tiene su recompensa: disfrutar de paisajes únicos y de unas espectaculares vistas del entorno declarado Reserva de la Biosfera.
Para la subida al Torrecilla, te proponemos el sendero que parte del Área Recreativa de los Quejigales. Una ruta de 7,2 kilómetros que atraviesa el paisaje montañoso entre árboles centenarios, fascinantes formaciones kársticas y antiguos pozos de nieve.
Un paseo entre pinsapos y quejigos
La primera parada del itinerario es la Cañada del Cuervo con sus ancestrales pinsapos. Estos abetos, cuyos orígenes se remontan a la época glaciar, tan sólo sobreviven hoy en día en la Sierra de las Nieves, la Sierra de Grazalema y los Reales de Sierra Bermeja.
Siguiendo el sendero llegarás al Puerto de los Pilones, desde donde se divisa el Torrecilla, el Cerro Alcazaba y la costa de Málaga y el Mediterráneo al fondo. En esta zona comienzan a aparecer los quejigos de montaña, una especie peligro de extinción.
Pozos de nieve y simas sorprendentes
La ruta Quejigales-Torrecilla te conducirá hasta uno de los neveros que se conservan en la sierra. En estas excavaciones con paredes de piedra se depositaba antiguamente la nieve caída en invierno. Después era transformada en hielo y transportada en mulas a pueblos y ciudades.
No muy lejos del pozo de nieve se encuentra la sima GESM, la tercera más profunda del mundo. Se trata de unas de las cavidades que dibujan el paisaje subterráneo de este espacio protegido de Málaga, ideal para practicar la espeleología y la escalada.
Coronando la cumbre
Antes de la última ascensión al Torrecilla, te recomendamos descansar en el Pilar de Tolox. Repuestas las fuerzas, habrá que bordear la montaña en dirección al Puerto de los Valientes y superar cien metros de fuerte desnivel para poder alcanzar la cumbre.
Arriba te aguardan unas panorámicas impresionantes de la Sierra de las Nieves. Del mayor refugio de pinsapos que existe. De un parque natural que es el hábitat de cabras montés, corzos y nutrias, así como de águila reales, perdiceras y búhos reales. Acabarás de convencerte entonces que la aventura ha merecido, y mucho, la pena.
